jueves, 27 de septiembre de 2007

Acción

1) La primera medida que tomamos, fue integrarnos al barrio a través de Escuela y plazas, llevando espectáculos y música, la única herramienta que traspasa los límites de los hombres, mujeres y niños. Pudimos entrar así a su mundo, a sus problemas, a sus miedos, palpar las carencias que los abruman y escuchar sus inquietudes, demostrándonos que su sabiduría y su ímpetu nos ayudaría a resolver los problemas más fácilmente.
Los primeros eventos se llevaron a cabo en el Centro Crecer 17, en la Vecinal San Cayetano, en la Escuela Chorroarín y en la Plaza Mármol o Pocho Lepratti.
Nos acompañaron en los eventos:” Tato Garabto vendiendo palabras y sonidos” y “La partusa andante”, con Andrea Boffo y Alberto Dorado.
Con estos encuentros nos dimos cuenta, con una simple mirada de espectador, los niños que tenían muchos problemas en la espalda, vimos a esos niños que pocas veces tuvieron contacto con este tipo de circunstancias, estaban los que se reían a carcajadas, los que escondían su rostro, los que miraban a sus maestras, esperando su aprobación.
Sentimos que puede haber un futuro mejor, que se pueden construir caminos aledaños,
alejados de tanta oscuridad, que casi siempre termina en callejones sin salida; como es la delincuencia, la drogadicción y el desinterés por optar otro camino diferente.

2) Con el equipo de Reducción de daños (ONG PAS), que son jóvenes de los mismos barrios que atienden a sus conocidos, vecinos, casa por casa; se accedió a un mundo desconocido, en donde el léxico y las costumbres no hablan más que de los modos que pueden sacarlos de las realidades que les tocan.
Los chicos que estaban a tiempo, fueron rescatados con la compañía, la enseñanza de vivir una vida más sana, con la asistencia de psicólogos que de modo periódico los visitaban y con los consejos de estos “referentes barriales”, que forman parte del equipo de Reducción.
Para el grupo que se encuentra sumido en este problema hace ya varios años atrás, se le proporciona información sobre contagio de HIV, sida, y de otras enfermedades que se pueden transmitir a través de las jeringas y sexo sin cuidados. También se les reparte de forma periódica: profilácticos, folletería y jeringas descartables. Y cuentan con una dirección en su barrio en donde acceder a ellos, en caso de necesitarlos.

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