Que no sea tarde

Volátil. Guarda una imagen volátil en tu recuerdo y duerme en paz. Apaga tu luz, enciende tu reloj para despertar y anestesiarte con actividades infrahumanas, oscuras, en donde te enseñen a olvidar o a disecarte como esqueleto de Girondo, “bostezando los tópicos y los llantos fingidos.” Deja que los demás se enciendan y procuren un mundo mejor para tus hijos, que los grandes pensadores escriban los libros de como ser felíz, mientras tu amor se marchite como perro solitario esperando en una esquina. Qué hermoso es estar así, en disparidad con el destino de los que sufren, total la llaga se hace en el cuerpo del otro, el que tiene hambre hoy, tendrá hambre mañana, y nosotros tomando Prozac, para descubrir los modos más incómodos de ser felices. Hermanos, el destino de los otros es el nuestro, los ojos llenos de vacío son los mismos, sufriremos del mismo modo en el adiós último y serán justamente ellos los que extenderán una mano para salvarnos. La crueldad de la pobreza no tiene límites, hagamos lo imposible para ayudar ahora, antes de que sea demasiado tarde